Ausencia

Amiga mía reina del aire, perdón por la demora, nada en esta vida justifica este silencio mío, mi nietos muy bien, todos bien, el trabajo bien. Mas yo, yo arrastro una mochila, que me acompañara el resto de mis días, la ausencia de mi madre, ya el dos de junio serán ocho años que disfruta mis logros al lado de nuestro Señor. Ocho años, los mismos que tenia cuando me inicie en el mundo laboral, ocho años tenia cuando recorría chacras junto a ella en el duro mundo de los temporeros, ocho años y daba formas a piezas de madera en un pequeño torno, ocho años que sus ojos no penetran los míos.
Dura es la ausencia cuando no has dicho, te amo, cuando sus blancos cabellos, jamás se enredaron en tus dedos, cuando no has sentido la seda de sus mejillas, cuando jamas tu alma a derramado una lágrima, por un ser tan querido, gracias al aire, aún la siento, gracias a Dios aún arrulla mis sueños al amparo de un árbol, en la arena junto al mar, mientras la brisa confunde el sabor de mis mejillas, pudiera ser el torrente truncado en el fondo de mi alma.

Amiga mía, amigos perdón, perdón por mí ausencia, pero por estos días la disfruto junto a ella.
Disfruten lo siguiente, mis escritos, ambiguos, taciturnos, pero mios.


El, señor de la luz,
Cual ariete celestial
En pos de ella va,
Su embestida, total

Ella se mece y mece
Al compás del viento,
Alza sus brazos
Con agitadas caricias

Quien podrá detenerlos
Él, ya la alcanza
Ella, parece más agitada,
Solo resta avasallar.

Cual voyeristas, impávidos,
Con sucesivas emociones
Aprieto más su mano y…
Observo, solo observo

Soltando mi mano,
Busca mis ojos,
Saturados de multicolores destellos,
Sellando mis labios, con su húmedo aliento
Sus dedos indagan por mis cabellos,

Lo busco,
Él ya no está, Ha partido
Solo ella, menos agitada
Alarga sus caricias,
Sobre una cómplice alfombra.

ojala, les gustara mi puesta de sol